En el corazón de Flaçà, Girona, se encuentra Can Vinyals, una impresionante masía solariega que data del siglo XIV. Esta propiedad única en su tipo ofrece una superficie construida de 4.000 m² y se asienta sobre un terreno de 40 hectáreas, que incluye 4 campos de cultivo y extensos bosques. A lo largo de los años, la masía ha experimentado ampliaciones y remodelaciones, con una notable renovación de sus interiores durante el periodo modernista.

La ubicación de Can Vinyals es excepcional, ya que se encuentra a una corta distancia de campos de golf de prestigio, hermosas playas de la Costa Brava y otras atracciones turísticas destacadas. Esta cercanía a servicios exclusivos y lugares de interés hace de Can Vinyals un lugar ideal para desarrollar un negocio de lujo.

Una Joya Arquitectónica: La planta rectangular de la masía cuenta con paredes de piedra morterada que dan testimonio de su rica historia. En el sector más antiguo del edificio, se preserva una torre de defensa de planta cuadrangular, mientras que en el lado norte se erige una segunda torre de planta circular que data del siglo XIX. Elementos arquitectónicos como los arcos en las partes laterales, las gárgolas en la cubierta y los nummulits en la piedra hacen de esta antigua masía un conjunto verdaderamente excepcional en la zona.

Inversión Exclusiva: Los amplios espacios y la estructura en buen estado convierten a Can Vinyals en un lugar único y simbólico, muy difícil de encontrar debido a su antigüedad y la singularidad de sus torres. Aunque requiere algunas reformas y actualizaciones en las instalaciones, esta propiedad es una oportunidad única de inversión. Su ubicación estratégica, cerca de campos de golf de clase mundial y playas de ensueño en la Costa Brava, la hace ideal para crear un negocio de lujo que ofrezca experiencias exclusivas en un entorno rural de gran belleza.

¿Qué es una Masía?

Una masía es una antigua granja catalana de origen medieval construida de piedra y ladrillo. Estas imponentes construcciones solían estar situadas en las afueras de los pueblos y eran habitadas por familias agrícolas que trabajaban la tierra, que generación tras generación superior mantenerla y defenderla, así como sus tierras. La mayoría de las masías tienen un patio central con un pozo, y algunas también cuentan con un jardín, grandes extensiones de terreno y en la mayoría de los casos, conservan su estructura de origen. Hoy en día, muchas de estas granjas han sido restauradas y convertidas en lujosas casas de campo, y son muy solicitadas como propiedades rurales por compradores que, como tú, buscan joyas arquitectónicas únicas. Entre otros motivos, esto es así porque sus dueños seleccionan cuidadosamente su comprador ideal, siendo conscientes de su responsabilidad y respeto con este tipo de fincas.

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